LA VIDA ES CORTA, SONRÍE BONITO. CÓMPRATE UN IRRIGADOR BUCAL
Cuando realizamos la limpieza dental es muy importante prestar especial atención a los espacios existentes entre los dientes, conocidos como espacios interdentales. Los espacios interdentales, son pequeños espacios existentes entre diente y diente y que están ocupados por la encía. Son zonas difíciles de acceder, incluso aunque los dientes se encuentren en posición normal, lo que favorece el establecimiento y el desarrollo de la placa dental. El uso de los cepillos interdentales nos ayuda a eliminar restos de comida que se quedan entre los dientes o zonas de difícil acceso, conocidos vulgarmente como ‘paluegos’. Además, nos sirven para evitar placa bacteriana que se acumula frecuentemente en esta región debido al difícil acceso del cepillo a esta zona.
Tanto en la farmacia como en la web puedes encontrar una amplia variedad de cepillos interdentales de las mejores marcas, Dentaid, Lacer y Gum.
Cepillos interdentales de diferentes tamaños
De forma habitual, para la limpieza, solemos utilizar únicamente un cepillo de dientes variando la dureza de sus filamentos en función de las necesidades de nuestros dientes y encías. Esta acción no resulta suficiente para la eliminación de la placa bacteriana por lo que deberíamos complementar la limpieza con cepillos interdentales o incluso con irrigadores.
¿QUÉ ES UN IRRIGADOR BUCAL?
Los irrigadores bucales son dispositivos que lanzan agua a presión y eliminan la placa residual que queda entre los dientes y entre el diente y la encía. Con estos dispositivos, se realiza una limpieza dental hasta un 90 % más efectiva que con el cepillado normal.
El uso de un irrigador en tu higiene dental consigue reducir el nivel de patógenos subgingivales causantes de infecciones y inflamaciones bucales responsables de una pérdida de inserción y de hueso.
El uso de los irrigadores esta completamente indicado en cualquier tipo de persona como un complemento a la higiene bucal, pero resulta muy beneficioso en portadores de implantes, prótesis o portadores de ortodoncia.
CÓMO USAR UN IRRIGADOR BUCAL
Conviene utilizar estos aparatos al menos una vez al día. Su uso es muy sencillo, se resume en los siguientes pasos:
- Llenar el depósito con agua templada, también puede mezclarse con colutorio con actividad antimicrobiana para realizar una limpieza más exhaustiva.
- Se selecciona el nivel más bajo de presión y se orienta el chorro hacia la encía. Posteriormente se aumenta el nivel de presión. Dicho nivel debe ser alta pero no molestar.
- Conviene inclinarse sobre la pila para no salpicar con el agua.
- Debemos dirigir el chorro a presión por el borde del diente con la encía, tanto por la cara interna como por la cara externa, manteniéndolo durante 2 minutos en cada diente.
- Una vez finalizado el proceso de limpieza hay que vaciar el depósito y limpiar el dispositivo para que no proliferen las bacterias y garantizar así la higiene de este.
- Es aconsejable realizar un baño de vez en cuando con vinagre rebajado en agua para que la cal no obstruya las boquillas del irrigador.
El uso de un irrigador bucal es una sencilla manera de conseguir una boca más sana. Muy aconsejable su uso para el cuidado de nuestras encías.
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